Es de todos conocidos que el tema de la basura no es ni será algo fácil de solucionar, y también sabemos que el dejar de producir basura es inevitable; en parte porque crecimos con el hábito de ‘usar y tirar’ los desechos. El tema de la basura y el reciclaje había decidido engavetarlos y no escribir sobre ellos por un tiempo; era una manera pasiva de desconectarme de un problema que estamos viviendo. Algunos están más desesperados que otros; la realidad es que la situación se escapó de las manos de quienes tienen la responsabilidad de este mal heredado de muchos años.
Durante los últimos días he mantenido conversaciones con expertos sobre el tema y decidí expresar mi manera de pensar. No voy a enfocar el lado negativo de esta crisis; más bien me gustaría reflexionar cómo la basura se puede convertir en una oportunidad de mejorar nuestro medio ambiente; que considero es lo que en este momento deseamos y que si hay buena disposición podemos llevarlo a cabo.
Lo positivo es que ya hay personas, empresas, organizaciones sin fines de lucro, centros educativos, oficinas gubernamentales, entre otros, preparados, capacitados y con toda la mejor disposición de poder hacer un cambio sustancial en cuanto a la buena disposición de residuos y regalarnos un mejor ambiente en donde vivir.
Se piensa que la solución es el reciclaje, pero tenemos que tener muy presente que el reciclaje es la tercera acción de la ley de las 3Rs: Reducir, Reusar y Reciclar.
Si repensamos he intentamos reeducarnos cómo hacer las cosas para generar menos desperdicios tendríamos una ciudad más limpia y ahorros sustanciales en nuestra economía; pero sobre todo la satisfacción personal de proteger el medio ambiente.
Es necesario hacer más énfasis al momento de informar y divulgar sobre este tema y ahondar en las dos primeras antes de llegar a la tercera.
En Panamá existe el Decreto Ejecutivo N°34 (de 26 de febrero de 2007) ‘Por el cual se aprueba la Política Nacional de Gestión Integral de Residuos no Peligrosos y Peligrosos, sus principios, objetivos y líneas de Acción’.
Los principios para la aplicación de esta política se basan en 14 aspectos: prevención; equidad; responsabilidad pública; uso de las mejores técnicas disponibles, mejores prácticas ambientales y la mejor tecnología disponible; viabilidad y factibilidad; participación y responsabilidad compartida; quien contamina paga; principio precautorio; minimización o reducción, reutilización, segregación y reciclaje desde la fuente; transparencia de la información; eficiencia y eficacia; ciclo total del producto; principio de flexibilidad y principio de gradualidad.
El objetivo es lograr una gestión integral de los residuos no peligrosos y peligrosos de forma ambientalmente racional y sostenible, para asegurar la conservación del ambiente en el territorio nacional y eliminar los efectos negativos sobre el ambiente y la salud de la población, que sea social y que sea económicamente eficiente y viable.
¿Qué estamos esperando para poner en práctica este decreto? Esa es la pregunta que nos hacemos quienes ya hemos comprobado que sí podemos vivir diferente y hace rato pasamos la página de una vida de despilfarro y basura a una con un reto permanente de producir CERO desperdicio.
Sé que muchas cosas en la vida no pueden ir a la velocidad que uno desea, pero también sé que soñar no cuesta nada y que muchos sueños se pueden hacer realidad si se piensa constantemente en ellos. Mi sueño y el de muchos es poder tener un país en el que se practique al 100% una política integral de residuos.
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